Hoy probamos… Casa Fuster, calçotada

El fin de semana del 26 de enero en Valls, Tarragona, se dio el pistoletazo de salida a la temporada de calçots. Así que la semana siguiente me acerqué a probar la propuesta de calçotada del restaurante-asador Casa Fuster de Sabadell. Este es uno de los establecimientos que más público tiene en todas las sesiones; y su buena fama corre de boca en boca.  Los calçots que Casa Fuster ofrece pertenecen a la Indicació Geogràfica Protegida (IGP) Valls, que en principio es garantía de calidad, la misma que se le reconoce al restaurante cuando se habla de sus geniales carnes como el cochinillo DO Segovia, lechazo de Castilla y chuletón de Ávila que he probado en ateriores ocasiones. 25 euros La calçotada cuesta 25 euros. Por este precio nos ponen una rústica teja con una docena de calçots, pero si queremos repetir podemos comer tantos como nuestro estómago aguante. Yo con una teja tuve más que suficiente. La parrillada que sigue tras los calçots incluye butifarras negra y blanca de elaboración artesana, careta de cerdo, tocino y cordero lechal. Aunque la calçotada es un placer para el paladar, tiene más gracia compartir la experiencia en la mesa entre amigos. Comerlos solo no es tan divertido. Por eso el postre que recomiendan es la enorme crema catalana para cuatro personas que sirven en una vasija de barro y acompañada de carquinyolis; aunque yo me decanté por un postre más elaborado: tres texturas de chocolate que recomiendo para los amantes de este negro placer.